¿Qué os sentaría peor al llegar a vuestra casa de vuelta de un puente?
Vamos, haced un esfuerzo…¿qué puedes encontrarte nada más bajar del coche en el garaje que te haga plantearte el asesinar a alguien?
En mi caso, fue algo que jamás hubiera imaginado…no creía que la mala suerte se pudiera cebar tanto.
Os pongo en situación: Llegas después de cinco horitas y pico de viaje. Te bajas del coche. Estiras las piernas. Descargas el coche. Tu chico (o tu chica en el caso de los hombres ^^) y tú, parecéis serpas del Himalaya cargaditos hasta las cejas. La perra correteando a vuestro alrededor mientras andáis. Llegáis a los ascensores y uno de vosotros dos suelta uno de los bultos para llamarlos. Y entonces, os fijáis en ese cartel amarillo fosforito que reza: “Fuera de servicio hasta el próximo día 29. Disculpen las molestias”.
O_o
Pestañeas y vuelves a mirar. El jodío cartel sigue ahí. Vuelves a pestañar…mucho más fuerte. Pero el cartelito no desaparece. Pestañeas otra vez. Nada. Una vez más. Nada de nada…Te das por vencida (no vaya a ser que encima te quedes vizca).
Miras a tu chico mientras en tu cabeza visualizas el sexto piso. Él está mirando hacia las escaleras con cara de estupor. Le sigues la mirada y te encuentras con unas escaleras que más bien parecen las fauces abiertas de la bestia más aterradora que imaginéis.
Ambos agacháis la cabeza y resignados subís el primer peldaño…
Cuando te da la sensación de que llevas toda tu vida subiendo esos dichosos escalones, levantas la mirada…Ya tienes que estar cerca. Pero dónde esperas ver un cinco…ves un dos. Y el mundo se te viene encima.
Te entran ganas de llorar…pero entonces ves a tu perra, tan feliz. Subiendo y bajando, subiendo y bajando, subiendo y bajando…Y en tu cabeza se ilumina una bombillita. Ella ni si quiera se ha fatigado un poquito. Está claro cuál es la diferencia…ella va a cuatro patas. Sonríes: he ahí la solución. Pero justo antes de tirarte al suelo para subir a gatas te acuerdas de que tú tienes algo que la perra no tiene y que te impide hacer eso. Vergüenza. Sólo faltaba que algún vecino saliera en ese momento y te viera arrastrándote por las escaleras cual caracol, con la casa a cuestas…fu!
Así que, haces un esfuerzo sobrehumano y sigues subiendo escalones. Cuando el dos pasa a ser un tres, te das cuenta de que las piernas empiezan a temblarte. Te agarras a la barandilla con el meñique, que es la única parte del cuerpo que tienes libre para ayudarte a seguir subiendo.
Cuando llegas al número 4, empiezas a desear con todas tus fuerzas cruzarte con alguno de los operarios que estén arreglando los ascensores. Deliras un poco. Te imaginas dándole patadas en el culo mientras te sube las maletas a casa. Sonríes. Eso te da fuerzas para seguir subiendo.
Pero al llegar al quinto te vienes abajo otra vez. Estás muy cerca…pero no puedes más. Se acabó. Sólo hay una solución: Ocupar la casa de alguno de los vecinos del quinto ¡Si, eso es! Llamo al timbre, les engaño para que salgan, me cuelo en su casa y me encierro por dentro. Y me quedo ahí for ever, and ever, and ever, and ever…
Entonces, tu chico te saca de esas ensoñaciones. Aparece frente ti de repente sin ningún tipo de bulto encima (Sip, subió a casa, dejó las cosas y volvió a buscarme :P). Sonríe (más bien se ríe de la situación en la que estás, ejem…) y te quita toooodo el peso que llevas encima. Y te sientes flotar. Eres ligera como el aire…¡Ahora ya no hay quien te pare!
Y entonces si, llegas hasta el sexto.
Al pasar por los ascensores te dan ganas de escupirlos…pero ni para eso te quedan fuerzas.
Ofú!
Vamos, haced un esfuerzo…¿qué puedes encontrarte nada más bajar del coche en el garaje que te haga plantearte el asesinar a alguien?
En mi caso, fue algo que jamás hubiera imaginado…no creía que la mala suerte se pudiera cebar tanto.
Os pongo en situación: Llegas después de cinco horitas y pico de viaje. Te bajas del coche. Estiras las piernas. Descargas el coche. Tu chico (o tu chica en el caso de los hombres ^^) y tú, parecéis serpas del Himalaya cargaditos hasta las cejas. La perra correteando a vuestro alrededor mientras andáis. Llegáis a los ascensores y uno de vosotros dos suelta uno de los bultos para llamarlos. Y entonces, os fijáis en ese cartel amarillo fosforito que reza: “Fuera de servicio hasta el próximo día 29. Disculpen las molestias”.
O_o
Pestañeas y vuelves a mirar. El jodío cartel sigue ahí. Vuelves a pestañar…mucho más fuerte. Pero el cartelito no desaparece. Pestañeas otra vez. Nada. Una vez más. Nada de nada…Te das por vencida (no vaya a ser que encima te quedes vizca).
Miras a tu chico mientras en tu cabeza visualizas el sexto piso. Él está mirando hacia las escaleras con cara de estupor. Le sigues la mirada y te encuentras con unas escaleras que más bien parecen las fauces abiertas de la bestia más aterradora que imaginéis.
Ambos agacháis la cabeza y resignados subís el primer peldaño…
Cuando te da la sensación de que llevas toda tu vida subiendo esos dichosos escalones, levantas la mirada…Ya tienes que estar cerca. Pero dónde esperas ver un cinco…ves un dos. Y el mundo se te viene encima.
Te entran ganas de llorar…pero entonces ves a tu perra, tan feliz. Subiendo y bajando, subiendo y bajando, subiendo y bajando…Y en tu cabeza se ilumina una bombillita. Ella ni si quiera se ha fatigado un poquito. Está claro cuál es la diferencia…ella va a cuatro patas. Sonríes: he ahí la solución. Pero justo antes de tirarte al suelo para subir a gatas te acuerdas de que tú tienes algo que la perra no tiene y que te impide hacer eso. Vergüenza. Sólo faltaba que algún vecino saliera en ese momento y te viera arrastrándote por las escaleras cual caracol, con la casa a cuestas…fu!
Así que, haces un esfuerzo sobrehumano y sigues subiendo escalones. Cuando el dos pasa a ser un tres, te das cuenta de que las piernas empiezan a temblarte. Te agarras a la barandilla con el meñique, que es la única parte del cuerpo que tienes libre para ayudarte a seguir subiendo.
Cuando llegas al número 4, empiezas a desear con todas tus fuerzas cruzarte con alguno de los operarios que estén arreglando los ascensores. Deliras un poco. Te imaginas dándole patadas en el culo mientras te sube las maletas a casa. Sonríes. Eso te da fuerzas para seguir subiendo.
Pero al llegar al quinto te vienes abajo otra vez. Estás muy cerca…pero no puedes más. Se acabó. Sólo hay una solución: Ocupar la casa de alguno de los vecinos del quinto ¡Si, eso es! Llamo al timbre, les engaño para que salgan, me cuelo en su casa y me encierro por dentro. Y me quedo ahí for ever, and ever, and ever, and ever…
Entonces, tu chico te saca de esas ensoñaciones. Aparece frente ti de repente sin ningún tipo de bulto encima (Sip, subió a casa, dejó las cosas y volvió a buscarme :P). Sonríe (más bien se ríe de la situación en la que estás, ejem…) y te quita toooodo el peso que llevas encima. Y te sientes flotar. Eres ligera como el aire…¡Ahora ya no hay quien te pare!
Y entonces si, llegas hasta el sexto.
Al pasar por los ascensores te dan ganas de escupirlos…pero ni para eso te quedan fuerzas.
Ofú!
25 sueños:
A ver, si tu chico sube y baja en lo que tú has hecho medio trayecto... ¡a ponerse en forma, que no se diga!
baci e abbracci
Que putada!!!
6 pisos, que horror, y subiendo con todos los trastos, no me extraña que tuvieras instintos asesinos.
MADAME: Ehm...esa apreciación no es justa. Mi chico es deportista profesional. Entrena 6 días a la semana!! Y aún así le costó, eh! Que sólo me sacó un piso de diferencia! Jeje!
ANA: En realidad eran 7 pisos, porque subimos desde el garaje...luego hay que pasar por el portal, antes de llegar al primero...fu!
1 besazo a cada una!
Jajajajajajaja, si te sirve de consuelo cada vez que voy a la esteticién y el jodio ascensor se ha roto, subo nada más ni nada menos que 8 pisazos, uno tras otro con la lengua fuera, pero eso sí, salgo más mona qué pa qué oye!! jajajaja.
Pero sí... más de un "ofú!" se me escapa, estos ascensores que no deberian de estropearse nunca!! jajajaja.
Lo bueno... que nos ponemos el pompis en forma subiendo tanta escalera xD.
Besets reina!! muaks!
jajaja si subes a cuatro patas me meo jajaja. Bueno está claro que todas necesitamos un hombre cerca, yo cada día lo tengo más comprobado, sin mi superman no soy nadie, son nuestro complemento.
Besos
XENIA: Eso si...de aquí al día 29 el culito se me va a poner divinooooo! Jajajajaja!
ANA: Cuanta razón tienes, jamía, cuantaaaaaaaa!
Besicos a las dos! ^^
me mueroooooooooooo
la verdad es que el ascensor es genial.. excepto cuando se estropea.. porque se le echa muchísimo de menos!!!!
aunque si pillas la costumbre.. lo mismo después del 29 ya vas siempre andando ;) jejeje
besos
Jajajajaja me parto porque me he sentido tan identificada!. Que mal se pasa, gracias a Dios q vivo en un primero pero cuando se estropea el ascensor no veas como rejode!!.
Lo del perrillo totalmente cierto, te dan ganas de colgarle alguna maleta en el cuello y que la suba, porque son incansables.
Y..... las ansias de matar a los tecnicos,. mira ni te cuento!!.
En fin que al menos llegaste al sexto, costó pero llegaste ;)
besos.
Me he reido un monton ¿hasta el 29 no te lo arreglan?...animo y no salgas de casa tu puedes.
MABA: Jajajaja! Ay, Mabita...no me veo yo cogiendo una constumbre como esa, eh! Jajajajaja!
SANDRITA: Mira! Eso de colgarle las maletas a la perra no lo había pensado yo!
Mmmmm...aunque mejor que no se me ocurriera, que la pobre pesa 3 kilitos y cualquiera de los bultos que llevaba yo pesaba más! Jeje!
CENICIENTA: Jo! Me parece que lo de no salir de casa va a estar difícil! :P
La verdad es que, antes que quedarme encerrada tantos días, prefiero hacer el esfuerzo, eeeh! ^^
1 besazo a cada una!
Jajajajjajajaja, no negarás que tu chico es un encanto, que volvió a salvarte!!!!!!!!!!!!!!
Por cierto... dale las gracias a los de los ascensores, porque si estás sin ascensor hasta el 29 se te va a poner un culito de subir y bajar 6 pisos todos los días... jejejejejejejejejejee. Vamos, que no te va a hacer falta ir al gimnasio!
Un besote
Ufff... pero si me he cansado sólo con leerte chiquilla!!!
La verdad es que vivir en un primero (como yo) tiene sus ventajas para estas cosas. Vivan los pisos bajos!!! Jajajaja!!!
Un besazooo
Yo vivo en un cuarto sin ascensor,llevo 25 años subiendo y bajando 64 escalones cuatro veces al día.
Mi propia madre confunde mi culo con el de Elsa Pataky,pero cada vez que veo una escalera eléctrica se me cae una lágrima de la emoción.
De hecho a veces voy al Corte Inglés no para comprar o para mirar cosas,sino para darme el gusto de subir y bajar todas las plantas en las escaleras eléctricas.
A mi me hubiera dado exactameante igual, los ascensores me dan malrollismo así que no tendría problema en subir a pata aún yendo cargado.
MAITASUN: Ya te digo que es un encanto! El pobriño debió de pensar que o me venía a buscar o me perdería en la inmensidad de las escaleras y le costaría años encontrarme! Jajajajajaja!
ACOOLGIRL: Yo con mis papis también vivía en un primero...¡Y ayer lo eché mucho de menoooooooos! Jeje!
DOCTORA: Jajajaja! Esa es buena! Cuando sea rica te regalaré unas escaleras mecánicas ^^
CHASKY: Ju...yo creo que con unos días subiendo y bajando a patita a mi casa se te pasaría el malrollismo, eeeh! Jeje! :P
1 besazo a cada uno!
Jajajajaja, es una gran putada, pero reconozco que por cómo lo has planteado, me temía cosas que te hubieran fastidiado más, del tipo "han entrado en casa", o "ha habido un escape de agua".
Así que puedes darte con un canto en los dientes (si me pasara a mí lo mismo que os pasó, probablemente no diría esto, jajaja)
Espero que no tengas agujetas :p
¡Un beso!
Qué majo tu chico, no? Qué haríamos sin ellos...? ;)
LAURACONCHOCOLATE: Fu! Ni me lo recuerdes! Que lo del escape de agua ya me pasó...Y aquella fue gorda también! Ainsssss!
SU: Ya ves! si es que son una parte esencial de nosotras! ^^
1 besazo a cada una!
Ooooooh, creo que a la vuelta de un viaje, con cansancio y bultos, es lo peor que te puede pasar :S En mi casa no hay ascensor, y aunque sólo es un segundo odio las vueltas a casa después de un viaje, cuando hay que subir y bajar varias veces hasta acabar con todo el equipaje... Menos mal que ya pasó :)
Besos!
LALAITH: Jo! Yo el otro día hubiera cambiado el sexto por el segundo con los ojos cerrados! Jeje! Aunque eso si...yo, "por lo general" tengo ascensor. No tenerlo siempre y subir hasta el segundo cargada también tiene tela!
Besicos!
Un sexto sin ascensor, con todas las maletas cargando... creo que yo me habría suicidado por el camino! ;)
En el pueblo vivía en un tercero (que desde el garaje es un quinto) sin ascensor. Así que nunca tuve ese problema... siempre me tocaba subir cargada...y en Madrid vivo en un segundo también sin ascensor, así que tampoco.
LACASITERA: Jeje...no, mujer! A tanto no llegues! :P
AZUSA: Pues mira...un problema menos gracias a la constumbre! ^^
1 besazo a cada una!
jajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, me parto. MORALEJA: Siempre que vayas a descargar tienes que asegurarte de que vas acompañada, a ser posible de alguien del ssexo masculino y fuertote. Otra opcion es comprarte el piso en un bloque que tenga dos ascensores, jiji.
LA VANE: ¡Mi bloque tiene dos ascensoreeees! Por eso hablo de ellos en plural todo el tiempo...Pero es que, les ha tocado la revisión a los dos a la vez, jamía ¡que son así de listos los operarios estos!
Ainssss... :P
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