El otro día me dio por investigarme a mi misma y me puse a curiosear por todos mis cajones y papeles varios que en ellos iba encontrando. Y en medio de esta ardua labor de marujeo autoincitado de mi propia persona, me encontré con…tachánnnnn! Mis diarios! Si, esos con sus candaditos y todo, que empecé a escribir en aquella lejana era, cuando Internet aún era sólo una intranet en el Pentágono que poco a poco iba aventurándose a salir al mundo exterior, y los míseros mortales ni si quiera éramos capaces de imaginar que algún día tendríamos a nuestro alcance una herramienta similar…y mucho menos, que unos años más tarde los diarios con candado pasarían a la historia para dejar paso al maravilloso mundo de los blogs. Vamos, que los diarios estos datan de hace mil años…bueno, no hace tantos años, pero si puedo decir sin temor a exagerar que son del siglo pasado…
Estaban enterrados por un montón de revistas fechadas en la misma época más o menos (vamos, revistas de nenas super guays que no sabía que seguía teniendo…) y al descubrirlos al fondo del cajón me sentí como toda una antropóloga con un hallazgo de Premio Novel entre las manos… Sin embargo, a la hora de intentar investigar más a fondo tan fabuloso descubrimiento me encontré con un grave problema: ¿dónde están las llaves matarile, rile, rile…??? Y el problema era mayor aún al tener en cuenta que en los últimos años he vivido dos mudanzas…juasss…vete tú a buscar las llaves…
Tenía tres opciones: 1) Pasar de los diarios y a otra cosa mariposa (esta quedó desestimada nada más pasárseme por la cabeza), 2) Dejar paso a mis instintos más primarios y destrozar los dichosos candaditos (no tardé en darme cuenta de que no podía arruinar de esa forma un descubrimiento antropológico de estas características…eso supondría una alta sanción por parte de la comunidad científica…) y 3) Intentar retroceder doce o catorce años en mi cabecita e imaginar dónde las escondería si tuviera que hacerlo ahora mismo…Por aclamación popular, esta tercera opción fue la elegida. En un principio no parecía muy válida…pero funcionó! Y las encontré en el segundo sitio en qué miré…
Tras alegrarme de no haber sido nunca tan retorcida como para esconder cada llave en un sitio y haber encontrado las tres de los tres diarios juntitas en una misma arandela, me senté a leer, empezando por el más antiguo. Nada más abrirlo, de golpe y porrazo, me vi vestida de blanco, con tirabuzones en el pelo y sintiéndome toda una princesita…¡Era mi primera comunión! Y de ella, pasé a la primera comunión de todos mis primos y amiguitos de la época… a cumpleaños, bautizos, bodas y navidades. En fin, que por aquel entonces mi diario estaba dedicado única y exclusivamente a este tipo de eventos. Puede parecer aburrido, y posiblemente lo sea para cualquiera que no esté en mi pellejo, pero para mi fue genial recordar como aquella niñita de 9 años que un día fui, vivía la noche de reyes o se ilusionaba cuando su mejor amiga del cole la invitaba a su cumpleaños esa misma tarde…
De los 9, pasé de un salto a los 12. Y me encontré con aquella niña que no entendía por qué su compañero de dos pupitres más adelante la tocaba el culo disimuladamente en clase de gimnasia…y que dejó de hablarle y se pilló un mosqueo que duró meses a partir del día en que él la dijo que quería casarse con ella y que por eso tenían que ser novios desde ya. Pero a la niñita se la pasó totalmente el mosqueo cuando se enamoró perdidamente del chico nuevo, que casualmente se hizo muy amigo del chico “tocaculos”. Pero el nuevo no quería casarse con nadie…ese sólo quería completar su colección de cromos de Bola de Dragón. Lo demás le importaba un carajo. Juasss…y leyendo esto me acordé de cómo hace un par de años me encontré al coleccionista en cuestión en una discoteca y se pasó la noche tirándome los trastos ¡A buenas horas mangas verdes!
Un año después, entré en una fase que por aquel entonces yo misma denominé como “Quiero un novio”. ¿Para qué narices querría yo un novio a tan tierna edad? ¿Llegué a pedirles uno a mis padres como regalo de cumpleaños? En fin…incógnitas sin respuesta, porque en el diario no aparecen y mi cabecita no lo recuerda. Por suerte esa fase duró un par de meses escasos.
Llegamos así hasta los catorce añitos. Reviví el momento en que conocí a la que ahora es una de mis mejores amigas. Me ví de nuevo entrando de novata en el instituto, conociendo a gente genial que hoy siguen estando a mi lado, y a otros no tan geniales que mejor no haber recordado…Paseé por mi adolescencia, por esos “puntillos” a base de calimocho (puaghhh…y pensar que ahora no lo soporto…donde esté un roncito, que se quite el vino de tetra brick, jeje!) y reviví aquel amor imposible…cuando vi en el diario esa foto de aquel americanito rubio de ojos azules se me dibujo una sonrisa en el rostro…pero que ilusa (o tonta, como lo queráis llamar…) que era. Pensaba que jamás me “desenamoraría” de él, creía que esos dos meses que estuvo en España habían sido los mejores de mi vida y que nada podría superarlos, que nunca sería capaz de enamorarme de nuevo…ja, ja y ja…Eso sí, estuve un añito entero escribiendo en mi diario cuanto le echaba de menos…
Y entre fiestas adolescentes, confesiones que parecían un mundo echas a un papel, y agobios por los “duros” exámenes del instituto, llegué a la última página escrita del tercer y también último diario. Dieciséis añitos, y un deseo expresado a modo de posdata en mi último “post” escrito a mano: “Por fin ha terminado el curso, mis notas son geniales. Espero seguir así, para poder sacar nota en selectividad y entrar en la universidad para estudiar Periodismo. Tengo que conseguir cumplir mi sueño”. Y ahí me teníais a mi, saliendo del túnel del tiempo y cerrando el diario con una sorisilla estúpida, la piel de gallina y mirando de reojo a la estantería, dónde están las invitaciones para el acto de graduación en el que dentro de menos de un mes, me entregarán un diploma en el que se lea: Licenciada en Periodismo.
Estaban enterrados por un montón de revistas fechadas en la misma época más o menos (vamos, revistas de nenas super guays que no sabía que seguía teniendo…) y al descubrirlos al fondo del cajón me sentí como toda una antropóloga con un hallazgo de Premio Novel entre las manos… Sin embargo, a la hora de intentar investigar más a fondo tan fabuloso descubrimiento me encontré con un grave problema: ¿dónde están las llaves matarile, rile, rile…??? Y el problema era mayor aún al tener en cuenta que en los últimos años he vivido dos mudanzas…juasss…vete tú a buscar las llaves…
Tenía tres opciones: 1) Pasar de los diarios y a otra cosa mariposa (esta quedó desestimada nada más pasárseme por la cabeza), 2) Dejar paso a mis instintos más primarios y destrozar los dichosos candaditos (no tardé en darme cuenta de que no podía arruinar de esa forma un descubrimiento antropológico de estas características…eso supondría una alta sanción por parte de la comunidad científica…) y 3) Intentar retroceder doce o catorce años en mi cabecita e imaginar dónde las escondería si tuviera que hacerlo ahora mismo…Por aclamación popular, esta tercera opción fue la elegida. En un principio no parecía muy válida…pero funcionó! Y las encontré en el segundo sitio en qué miré…
Tras alegrarme de no haber sido nunca tan retorcida como para esconder cada llave en un sitio y haber encontrado las tres de los tres diarios juntitas en una misma arandela, me senté a leer, empezando por el más antiguo. Nada más abrirlo, de golpe y porrazo, me vi vestida de blanco, con tirabuzones en el pelo y sintiéndome toda una princesita…¡Era mi primera comunión! Y de ella, pasé a la primera comunión de todos mis primos y amiguitos de la época… a cumpleaños, bautizos, bodas y navidades. En fin, que por aquel entonces mi diario estaba dedicado única y exclusivamente a este tipo de eventos. Puede parecer aburrido, y posiblemente lo sea para cualquiera que no esté en mi pellejo, pero para mi fue genial recordar como aquella niñita de 9 años que un día fui, vivía la noche de reyes o se ilusionaba cuando su mejor amiga del cole la invitaba a su cumpleaños esa misma tarde…
De los 9, pasé de un salto a los 12. Y me encontré con aquella niña que no entendía por qué su compañero de dos pupitres más adelante la tocaba el culo disimuladamente en clase de gimnasia…y que dejó de hablarle y se pilló un mosqueo que duró meses a partir del día en que él la dijo que quería casarse con ella y que por eso tenían que ser novios desde ya. Pero a la niñita se la pasó totalmente el mosqueo cuando se enamoró perdidamente del chico nuevo, que casualmente se hizo muy amigo del chico “tocaculos”. Pero el nuevo no quería casarse con nadie…ese sólo quería completar su colección de cromos de Bola de Dragón. Lo demás le importaba un carajo. Juasss…y leyendo esto me acordé de cómo hace un par de años me encontré al coleccionista en cuestión en una discoteca y se pasó la noche tirándome los trastos ¡A buenas horas mangas verdes!
Un año después, entré en una fase que por aquel entonces yo misma denominé como “Quiero un novio”. ¿Para qué narices querría yo un novio a tan tierna edad? ¿Llegué a pedirles uno a mis padres como regalo de cumpleaños? En fin…incógnitas sin respuesta, porque en el diario no aparecen y mi cabecita no lo recuerda. Por suerte esa fase duró un par de meses escasos.
Llegamos así hasta los catorce añitos. Reviví el momento en que conocí a la que ahora es una de mis mejores amigas. Me ví de nuevo entrando de novata en el instituto, conociendo a gente genial que hoy siguen estando a mi lado, y a otros no tan geniales que mejor no haber recordado…Paseé por mi adolescencia, por esos “puntillos” a base de calimocho (puaghhh…y pensar que ahora no lo soporto…donde esté un roncito, que se quite el vino de tetra brick, jeje!) y reviví aquel amor imposible…cuando vi en el diario esa foto de aquel americanito rubio de ojos azules se me dibujo una sonrisa en el rostro…pero que ilusa (o tonta, como lo queráis llamar…) que era. Pensaba que jamás me “desenamoraría” de él, creía que esos dos meses que estuvo en España habían sido los mejores de mi vida y que nada podría superarlos, que nunca sería capaz de enamorarme de nuevo…ja, ja y ja…Eso sí, estuve un añito entero escribiendo en mi diario cuanto le echaba de menos…
Y entre fiestas adolescentes, confesiones que parecían un mundo echas a un papel, y agobios por los “duros” exámenes del instituto, llegué a la última página escrita del tercer y también último diario. Dieciséis añitos, y un deseo expresado a modo de posdata en mi último “post” escrito a mano: “Por fin ha terminado el curso, mis notas son geniales. Espero seguir así, para poder sacar nota en selectividad y entrar en la universidad para estudiar Periodismo. Tengo que conseguir cumplir mi sueño”. Y ahí me teníais a mi, saliendo del túnel del tiempo y cerrando el diario con una sorisilla estúpida, la piel de gallina y mirando de reojo a la estantería, dónde están las invitaciones para el acto de graduación en el que dentro de menos de un mes, me entregarán un diploma en el que se lea: Licenciada en Periodismo.
22 sueños:
Mira que bien, lo has cumplido :)
Si yo tuviese un diario de entonces, la palabra "medicina" no aparecería ni por casualidad, jeje. Pero no hay peligro, no lo tengo. ¿Miedo a que alguien lo encontrase y lo leyese? No, probablemente vagancia, más que otra cosa.
Ahora me has hecho fijarme a esa hucha con forma de preso que tengo desde hace muchos años en la estantería, metidita en su jaula, con su candado... ¿dónde estará la llave? xD
Aquellos maravillosos años.. yo cuando leo algún diario antiguo, lloro de la risa... pordió, como era... cómica, cómica, cómica...
PD. Por cierto, he cambiado la dirección de mi blog...
Yo tuve dos diarios y también los leí no hace tanto... Uno, el de más niña estaba lleno de cosas como "hoy hemos jugado a las Barbies" o sobre lo tontos que eran los niños...
El segundo ya de más adolescente, 14, 15 y 16 no hacía otra cosa que hablar de exámenes, fiestas de instituto, chicos...
Justo lo dejé cuando empezaba a salir con un tío... No podía saber que después me pillaría tanto de él, aunque no fuera el amor de mi vida...
Hola, mi niña... si, si cambia el link, que me he tirado como dos semanas esperando a ver si Blogger me aceptaba o podía arreglarlo y no ha habido manera humana... en fins...
Que qué me ha hecho el Asesor Fiscal? Pues lo peor que se le puede hacer a alguien... me está ignorando! joerrrrrrr
Yo nunca escribí un diario. Pero creo que, de haberlo hecho, leerlo años despues me daría una nostalgia tan violenta que, vaya, no sé si podría...
Enhorabuena por la licenciatura. Bicos
¡Pues enhorabuena,licenciada! Eso es para celebrarlo, ¿eh?
Bien, a mí me ha gustado mucho tu post, porque me agrada leer blogs en los que se habla del pasado de uno, incluso los que insertan trozos de sus diarios íntimos. Yo, sin ir más lejos, posteé los de mi adolescencia, y no me arrepiento.
Debes de haber disfrutado mucho releyendo ese diario, que te ha llevado a través de ese túnel del tiempo. :o)
Besotes
Mi primer diario es mi blog, así que lo que fue de aquellos años sólo están guardados en mi cabeza (sí, tengo una :P)
Por cierto que buena memoria tienes no? te acordaste de donde guardaste las llaves!! Si yo ando aún buscando el resumen de un tema de álgebra que hice hace escasos meses y no tengo ni idea de donde pueden estar!
En fins, voy al súper a comprar helados, que el día se presenta caluroso :-)
Besitooosss!!!!
Ainssss, mi niña!!!! Que ha hecho que se me salten las lagrimillas y to!! Pero qué niña más graciosa debías de ser, jijiji, pidiendo un novio para tu cumpleaños. Yo también lo pedía, pero en voz bajita para que nadie me oyera, que menuda hostia me podía llevar si mi padre me llegaba a oír.
Siempre que hago limpieza en la habitación acabo más o menos como tú: mirando fotos de hace años luz o leyendo cosas que escribí... y siempre acabo con cara de medio tonto. Eso es bueno, hay que recordar ;)
Un besote bien gordo y buen fin de semana!
a mi me gusta de vez en cuando pasar mirada por el pasado, peor no tengo diarios, me conformo con ver los albunes de fotos
ayssss recordar esta bien, no crees??
besitos salados de CHOI
Poz a mi tb me regalaron un diario( que brillante idea!!!!) Y tiene escrita exactamente 3 paginas: El dia de mi comunion. Y el dia de mi cumpleaños y ya me canse y dije uffffff esto no es pa mi jejejejeje asik ta nuevo... Si te animas te lo regalo :P!!!!!!!
Mola recordar lo k ha pasado en tu vida eh ;)
Un besazooooooo smausssssssssssss futura..... licenciada en periodismo ;)!!!!!!
Recuerdo yo mi primer diario... era tan bonito!! me lo regalaron por mi 12 cumpleaños. Sí, por el jurásico o así...
Bueno, que enhorabuena por esa licenciatura.
Besitos desde La Hoguera!!
¡Pero si me recuerdas a mí! Te estaba leyendo y parecía que leía mis diarios... Sobre todo en ese último "Tengo que obtener buena nota en selectividad para conseguir entrar en Periodismo, tengo que cumplir mi sueño".
¡Enhorabuena, Licenciada! Quizás, algún día, dentro de unos años, pase por este blog, vea este comentario y te diga... "Dentro de un mes me dan mi diploma". ¿Quién sabe?
Muchos besitos, Rushia.
Y bienvenida al túnel del tiempo!!!
Ains, qué recuerdos, no puedo evitar sonreir cuando recuerdo mi infancia... yo no escribía un diario, mi blog es mi primer diario, pero me haría ilusión volver algunos años en el tiempo y ver cómo me sentía o lo que pensaba
Me alegro que tus sueños se hayan cumplido.
Un beso!
yo no tengo diario de candados de esos. yo lo escribo por internet. pero todavía no soy tan mayor, ni cumplo los años tan rápido...
Un escalofrio ha recorrido mi cuerpo con tu parrafo final. No hay nada como descubrir q lo que eres es lo que siempre quisiste ser. Enhorabuena.
Mua
Yo no soy tan paciente, cuando los reencontre rompi el candado y me asalto un pasado no tan entrañable pq hija, melodramatica ya lo era un rato
Felicidades por haber conseguido lo q perseguias, piensa q ese es solo el primero d tus triunfos
Besitos
Me ha emocionado todo lo que has puesto...parece como si yo también hubiese retrocedido en el tiempo contigo y te hubiese acompañado en él. Me alegro por tí, por haber hecho realidad tu sueño. Te mereces siempre lo mejor, y yo te lo deseo de todo corazón, ya sabes que sí.
Un besazo!!
Hola martita!!! nueva imagen!!! :)
enhorabuena por todos los logros :)
besos
Hola Marta!!
Que bonito post...yo lo titularía "Sueños cumplidos", porque el final es genial. Yo nunca antes había escrito nada, admiro a la gente que escribía antes, en papel, con bolígrafos, lápices y plumas. ¿Porque no nos pones algún trocito de esos días? Venga anda!!
Un beso!
Mola encontrarse con antiguos escritos y revivir los años de la infancia y la adolescencia!!! Yo hace poco dí con un diario, pero de un viaje q hice hace 6 años a Dublín... Me encantó leer lo q me pasó el mes q pasé allí.
Enhorabuena por la licenciatura compañera!!
Besotes
Está muy bien el nuevo formato del blog, me gusta bastante.
Ahora que también esperamos que nos cuentes nuevas, porque desde que cambiaste el formato, no hemos sabido nada de ti.
Un saludo guapa.
hola guapaa. pensé que te había dejado un comentario pero no, es que a veces me tardaba mucho en ebrir la otra plantilla y debo decirte que esta me encanta!! asi que no me leo el texto porque sé que va de los diarios y que encontraste el tuyo..y lo leiste..muy bonito..yo no tengo diario, siempre empiezo algo y no lo acabo.. pero en cada blog voy poniendo parte de mi vida, así que lo consideraré un puzzleblog..
besitosssssssssssss
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