MI DEDO GORDO DEL PIE...

viernes, 29 de enero de 2010

Hace unos meses (si, qué pasa! Tengo cosas atrasadas por contaros, que estuve un montón de tiempo sin acceso al blog ¿os acordáis??)…pues eso, por dónde iba?? Ah, si…que hace unos meses, estaba yo tan a gustito tirada en sofá viendo vaya usted a saber qué en la tele (en realidad es un dato que ni viene a cuento, ni aportaría nada a la historia así que…), cuando de repente, me entraron unas ganas increíbles de tomarme un vaso de leche fresquita. Bien.

Me incorporo y busco las zapatillas por el suelo. Las encuentro. Bien.

Cojo la derecha y me la pongo. Bien también.

Cojo la segunda y al ir a ponérmela rozo con la mano el lateral externo de mi dedo gordo del pie. Y entonces me doy cuenta de que ha pasado algo extraño. Algo no era normal en ese roce. Lo repito intencionadamente y vuelve a repetirse el raro fenómeno. Lo repito tres o cuatro veces. Ya no son roces, ahora aprieto con fuerza. Pero sigue pasando. Mi mano notaba el contacto con el dedo…pero el dedo ¡ni se inmutaba! Maaaal.

- Neneeee, no siento el dedo del pie!!

- Se te habrá dormido…

¿Dormido?? ¿Lo dedos de los pies también se duermen? Intento despertarlo. Después de unos minutos…nada, aquel no reacciona. Requetemaaal!

Aquella noche, en la cama, me costó conciliar el sueño. No hacía más que intentar hacer reaccionar al jodio dedo con el otro pie, pero no había manera. Fu!

Aquello no me gustaba nada…Y al día siguiente, a Urgencias de cabeza.

El Doc (que ya sabía la historia porque se la había contado yo por teléfono - que es mi cuñao…que todo hay que explicarlo, coñe! -) lo primero que me hizo fue una analítica. Era para descartar que no fuera falta de potasio…que mira tu que cosas, resulta que si te quedas sin reservas de potasio puedes empezar a perder sensibilidad en algunas zonas del cuerpo.

Pero mi potasio estaba en su sitio…no se había largado de fiesta ni nada de eso. Entonces Cuñaodoc, me mira pensativo y me dice:

- Mmmmm, creo que ya sé lo qué es.

- Si??? ¿El qué, el qué? ¿Es muy malo? ¿Qué es?? Dímelooooooooo!!

- Descalzate, anda…vamos a confirmarlo.

Y yo, que siempre he sido una chica muy aplicada y obediente, me descalcé y me senté. Y él saca una aguja…sin jeringuilla ni na. Sólo una aguja larguísima.

Y me dice:

- Mira por la ventana…

Y yo, que en esos momentos aún seguía siendo una chica super aplicada y super obediente, miro por la ventana.

- A ver…¿notas algo?

- Nop.

- ¿Y ahora?

- Nop.

- ¿Y ahora??

- Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!! Coñeeeee! Me has pinchao!! Jooooo!

Resulta que mientras yo no notaba nada, él sólo estaba rozando la aguja por mi dedo…y cuando me pinchó si lo noté, si…joer que si lo noté, tú!!

- Vale, pues una última cosa…vuelve a mirar por la ventana.

- Nop.

- Pues cierra los ojos…

- Ja! Que te lo has creído!


(Que obediencia ni que pamplinas…)


- Pues como quieras, quédate mirando…tú verás.


(¿Yo veré??? Jo…venga vale, no miro…fu!).


- Vale, pero antes de cerrar los ojos…¿Tienes un mechero por ahí?

- ¿Mandé???? :S

Y el Cuñaodoc, encendió mi mechero y puso la aguja a calentar…
Y yo cerré los ojos.
Y….

- Aaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!! Me has quemaoooooooooooo!!

Y él sonrió satisfecho.

- Pues si, era lo que yo pensaba. Deja de usar calzado acabado en punta durante una temporada y la sensibilidad volverá sola…en un mes como mucho tendrás el dedo como nuevo. Y cuando estés bien…puedes volverte a poner ese calzado de vez en cuando…¡Pero a diario no, bruta!

- Jo…pero si todas lo usan a diario…

- Pues algún día perderán la sensibilidad del dedo del pie por completo. Tú te has dado cuenta a tiempo y sólo ha sido superficial, no ha llegado a los nervios internos…por eso has notado el pinchazo y la quemadura.

Y me convenció.

Nada más llegar a mi casa aparqué en el zapatero mis adoradas Mustang (jo…con lo que me gustaban mis botitas! Arrgh!) y me puse unos tenis...

Y salí a comprarme calzado de tacón pero de punta redonda.

Y mira…ahora me encantan las puntas redondas. Resulta que Cuñaodoc me descubrió una parte de la moda zapateril que no tenía explorada y que ahora adoro!

Ahh! Y si, mi dedito volvió a ser el de siempre en poco tiempo! ^^

GATOS NEGROS, BRUJAS Y FANTASMAS

viernes, 22 de enero de 2010

Hace poco fui a la peluquería…quién me iba a decir a mí que en un sitio así tendría la mayor experiencia paranormal de mi vida.

Sólo iba a lo típico…cortar puntas y peinar. Y tardé en salir de allí como hora y media!! ¿La razón? Ese día, a esa hora, mi peluquera decidió que era el momento perfecto para contar una historia de miedo a todos los presentes. Y claro, la mujer no estaba a lo que estaba…que si soy sincera, eso era lo que a mi me daba más miedo…porque ella miraba a su público emocionada mientras hablaba a lo discurso oficial gesticulando con las manos, mientras las tijeras sobrevolaban mi cabeza sin control ninguno…y yo ahí, indefensa, viendo peligrar mi integridad física (y la de mi pelo) en el reflejo del espejo ¡Ay que yuyu!

El caso es que a una amiga de mi peluquera le estaban pasando “cosas raras” de un tiempo a esta parte. El primer signo de “rareza” que esta mujer había observado en su casa estaba protagonizado por su gato (y patrocinado por Friskis…seguro). Un gato negro, para ser más exactos (y para dar más miedito). Resulta que la buena mujer, había deducido que tenía un fantasma en casa porque el felino, de vez en cuando, se quedaba mirando a la nada y, a veces, emitía ruiditos…(Jo! Mis gatos también hacen eso. Los tres. Y mirando cada uno pa un lao! Debo de tener la casa repletita de fantasmas! Fu!).

Y al gato, le dio también por ponerse a dormir a los pies de la cuna de la hija de meses de esta mujer. Y eso, seguro que era para proteger a la niña de algo (ejem, si, de las paranoias de su madre…).

Y la mujer empezó a observar la niña sólo comía y dormía…no hacía nada más a lo largo del día (¿Es que algún bebé de meses hace algo más??).

Y claaaro…como cualquiera hubiera hecho en su lugar, a la señora se le ocurrió acercarse a la “consulta” de una bruja (Ole ahí, mi arma!).

Y el diagnóstico de la bruja fue claro. Tenía un fantasma en casa que asustaba al pobre gato. Y por si eso fuera poco, la niña tenía un mal de ojo (¿Se lo abría echado el fantasma?? Que tío jodio…).

La bruja tenía una solución (previo pago, of course) a las dos cosas. Lo del mal de ojo era fácil…Lo único que había que hacer era poner en el carricoche de la niña una imagen de noséquévirgen. Vale…la mujer lo hizo y por arte de magia (nunca mejor dicho, claro) empezó a notar mejoría en la niña (aunque a mi no me quedó claro el concepto de qué era lo que tenía que mejorar…).

Lo del fantasma era algo más difícil de solucionar (cachis! pobre gatito…). La bruja tenía que desplazarse hasta su casa para llevar a cabo una especie de ritual. Y fue. Previo pago también. Pero el fantasma resultó ser un rebelde sin causa y no se quería largar. Mira tú que cosas (claro…si es que según está el tema de la vivienda con esto de la crisis ¡ande iba a ir el pobre!). Y serían necesarias más sesiones… (Ja! Que tía lista la bruja…pero lista, lista, eh!).

Y ahora viene lo que tenía indignada a mi peluquera. Resulta que la bruja había ido dos o tres veces ya a casa de su amiga. Y estaba a puntito, a puntito de pegar una patada en el culo al fantasma…Un par de sesiones más y todo habría acabado. Y va el marido de la amiga y se entera de todo. Que resulta que al hombre, su mujer le había mantenido ajeno a toda la movida. Y se enfadó. Mucho. Y dijo que la bruja no volvía a entrar en su casa. Y que no la pensaba dar ni un duro más… y ¡punto en boca, hombreya! (Y digo yo…¿no le daría miedo a este hombre que la bruja le echara un mal de ojo al enterarse de que por su culpa se iba a quedar sin el sueldo del mes??).

La mujer estaba disgustadísima porque ahora tendría que soportar al fantasma de por vida (Jo! si tampoco es pa tanto…si a ella no le daba follón ninguno. En todo caso el que se tendría que disgustar es el pobre gato! Amos, digo yo!).

Y mi peluquera estaba enfadadísima con el marido de su amiga por haberla obligado a tener que convivir con el fantasma…

Ahora mi peluquera y su amiga han dejado de dirigir la palabra al marido de esta última por desconsiderado (Y seguro que la bruja también, por tacaño).

Y yo sigo sin entender por qué carajo ese hombre no coge a la niña y al gato y se larga de esa casa.

Por mi parte, ya tengo fichada mi peluquería nueva…

CASTIGADA

lunes, 18 de enero de 2010

Desde el principio (desde el Día de Reyes, para ser más exactos), la tabla de la Wii y yo habíamos tenido una relación de lo más especial.

Ella me decía que tengo una edad Wiifit dos años por debajo de la real…y yo, me sonrojaba y le decía:


- Calla tonta…eso es que tú me ves con buenos ojos…


A los demás, cuando hacían el test físico, les daba una edad wiifit de 40 añazos para arriba. Y ella y yo nos reíamos por lo bajini mientras los demás se llevaban las manos a la cabeza.

Me decía que tengo un equilibrio perfecto…Y yo me hinchaba de orgullo.

Que mi índice de masa corporal es ideal…Y me volvía a hinchar de orgullo.

En fin…teníamos una relación estupenda. Teníamos “feeling”, que suele decirse…nos queríamos.

Hasta ayer.

Era mi turno y estaba yo eclipsada mientras barría a mi oponente (mi chico ^^) y batía todos los records (hasta el mío propio, oyes!).

Un poco más y sería invencible. Mi puntuación sería insuperable, muajajaja! Ya estaba casi ahí…ya casi, casi había tocado el podium, cuando de repente, la pantalla se queda en negro.

Y yo me quedo petrificada sin entender nada…

Y aparece un cartelito.

Y en el cartelito, mi querida tabla me dice lo siguiente:


“Has saltado sobre mi. No puedes saltar sobre mi”

¿Cómo?? ¿Qué??? ¿Mandeeeee????


- ¡Yo no he saltado! Eso es mentira! Tu lo has visto, nene, no he saltado ¡Díselooooooooooo!

Pero mi chico no podía decir nada…estaba demasiado ocupado riéndose a mandíbula batiente, el muy jodio!

Pulsa A”, me dice la tabla.

Y yo voy y lo pulso.

Y entonces…

La muy hija de su madre me lleva al principio de la pantalla…con la puntuación a cero!!

¡ME CASTIGÓ!

Se creyó con la suficiente potestad sobre mi como para castigarme! A estas alturas de mi vida!! Aaaaarrrgh!

Durante unos segundos no podía creerme lo que estaba viendo…

¿Por qué me haces esto? ¿Por queeeé?? Yo creía que lo nuestro era especial…

Y me enfurruñé.

Me crucé de brazos y me bajé de ella.

Me puse una cerveza y me senté en el sillón, mientras la miraba amenazante.

Se que mientras mi chico jugaba ella se arrepentía de sus actos y me echaba mucho de menos. Se lo veía en su lucecita azul, que me decía:

- Vuelveee, perdóname…vuelveeee!

Pero, ja! Con buena ha ido a toparse. Castigarme a mi! Y a punto de superar mi propio record!

Se va a enterar esta…no me va a ver el pelo, por lo menos, por lo menos…ehmmm…mmmm…eeeeh…¡hasta esta tarde! Aleeee, a sufrir!

DE VUELTA

lunes, 11 de enero de 2010

Podría decirse que hoy empieza el año para mí… por lo menos el laboral.

Vuelta de las vacaciones, vuelta de lo bueno…vuelta de unos estupendos días que he disfrutado como una enana y que me han hecho ratificarme en mi idea de lo genial que es la Navidad!

Y de todos estos días, yo destacaría (y destaco) los siguientes puntos a tener en cuenta:


- Estar 24 horas al día, 7 días a la semana pegada a mi chico es lo mejor del mundo mundial.


- Compartir unas cervecitas con mi pequeña Luli, sigue siendo todo un placer (Y esto lo pongo porque sé que lo vas a leer…aunque también sé que sabes que lo pienso).


- Pasar estos días con mi family y en mi tierra, me hace sentirme como un niña otra vez…como una niña muuuuy feliz!


- He descubierto que me encanta el sorbete de limón y cava (¿por qué diablos no estará bien visto tomarlo todos los días? Jo!).


- Sigo poniéndome nerviosa la noche de reyes…(nerviosa no, nerviosísima! :P).


- La sonrisa de un niño en Navidad es tan mágica que podría mantener el país de las hadas durante años sin temor a crisis alguna…He disfrutado un montón de mis sobris estos días! ^^


- He pedido algo al año nuevo que nunca antes había pedido: un trabajo nuevo. En este que tengo ya no sé si tirarme al tren…o tirarme al maquinista, argggh!


- No tener ni un solo minuto libre para conectarme a Internet, a parte de llenarme las cuentas de correo hasta los topes, ha hecho que os echara muchísimo de menos!


- Las Navidades han terminado con un balance de kilos ni inferior ni superior al anterior…¡Correcto!


Y hasta aquí voy leer, dear friends!

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